Cuando una matrona se enfrenta a un nuevo parto sabe que cualquier cosa puede pasar. Lo que no se imaginaba Verónica era que su presencia y apoyo a la madre iba a ser más importante que nunca porque el padre iba a recibir una llamada que le iba a hacer ausentarse y cambiar su vida. Había un corazón compatible con él listo para ser transplantado ese mismo día, en otro de los edificios de ese mismo hospital.