SATSE destaca, en primer lugar, la urgente necesidad de que todos los servicios de salud cuenten con las plantillas necesarias de estos profesionales sanitarios, ya que, en la actualidad, ninguna de ellas se acerca “ni de lejos” a la ratio establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un fisioterapeuta por 1.000 personas. En nuestro país, la media es de un profesional por 10.000 personas.