El Sindicato de Enfermería denuncia que las enfermeras y fisioterapeutas de la sanidad pública vienen sufriendo, desde el recorte salarial del cinco por ciento impuesto en 2010 por el Gobierno estatal, una progresiva pérdida de poder adquisitivo que alcanza el 30 por ciento, mientras que su salario base es de unos 1.200-1.300 euros al mes de media.